La Nación Belgrano | Mayo de 2009
ARTE DESCENTRALIZADO
Con una agenda concreta y heterogénea, el Club Cultural Matienzo irrumpe como un espacio de vanguardia en el barrio de Belgrano.

Cine, música en vivo, teatro, exposiciones, lecturas, talleres, seminarios y un bar con buenos precios son parte de la oferta que el Club Cultural Matienzo (Matienzo 2424, Belgrano) tiene para el público porteño. “Desde un principio quisimos juntar la calidez barrial con lo artístico, crear un club”, dice Juan Aranovich, uno de los cinco jóvenes que en noviembre del 2008 aunaron sueños y proyectos para poner en marcha el espacio.

La idea de club cierra con una propuesta original: los domingos se proyectan los partidos de fútbol que están codificados. “El barrio nos recibió más que bien, la gente tiene curiosidad y de a poco se acercan para sumarse a los talleres”, afirma Aranovich.

Los talleres incluyen fotografía, salsa, tango, clases de guión y yoga. “Nosotros estamos abiertos a cualquier actividad: si tenés una propuesta interesante te damos el espacio para que dictes tu curso”, asegura Agustín Jais, otro de los que apuesta al proyecto desde sus inicios.

“El objetivo es que la agenda sea lo más variada y original posible”, afirma Jais. Durante los miércoles de mayo, en la terraza decorada por pinturas coloridas en las paredes y en el suelo, se proyecta cine en el marco del ciclo “Ojo de pez”. Y los jueves se celebra el Cronotopo: mientras se hacen lecturas literarias, un artista pinta en vivo un cuadro y se toman fotografías. Todo musicalizado por un dj de turno.

“Ahora estamos tratando de lograr la habilitación para que toquen bandas”, dice Juan Aranovich quien asegura que la burocracia para obtener las habilitaciones es interminable. La escena cultural porteña pos Cromañón cambió. “Hoy una guitarra en un bar -continua Aranovich- es considerada como un elemento de riesgo, nos fuimos para el otro extremo”.

Para los integrantes del Club Cultural Matienzo la única perjudicada es la cultura. “Simplemente desaparecieron de Buenos Aires esos lugares con mística under”, aseguran. La ausencia de un espacio en común donde compartir inquietudes, charlar, disfrutar del arte y escuchar buena música motivó la creación del Club Cultural. “También nos gusta que exista un lugar donde puedas tomar una cerveza sin pagar una barbaridad”, afirman entre risas en referencia a los bares cool de Palermo.

Próximamente estará disponible una biblioteca que una vecina está ayudando a armar. “Los libros estarán disponibles para los que nos visiten”, precisa Aranovich. En el Club Cultural Matienzo barrio y arte se juntan para sacudir la oferta cultural de Belgrano con un poco de vanguardia bien porteña.

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